lunes, 20 de mayo de 2013

El durmiente

Y el dios no muerto se inclino ante el durmiente, observando con sus ojos sin pupilas, como dos gemas blancas, pálidas y lechosas… el titán pregunto- Pequeño durmiente, ¿Por qué tu voluntad es tan fuerte, veo algo en ti, que no veo en otros de tu clase?- su barbilla acariciada por sus garras deformes. - Mi señor, yo nunca elegí esta condición, no quise evadir la muerte, pido me dejes partir. Respondió el no muerto, vergonzoso… -Tu voluntad es mía y solo mía, pero aun así te resistes a mí- rugió el dios no muerto irguiéndose en todo su esplendor y amenazando con su poderoso puño de hierro. -Mi señor- el pequeño no muerto hizo una pausa y luego respondió- te ruego des la vuelta a tu barcaza pues tus aguas son oscuras y profundas, un gran temor se apodera de mí.